Para todo existe
Para todo existe
una ocasión: amar, odiar,
crecer y/o bien morir; es que ese instante
forja un punto de inflexión, se gesta de un quiebre, un cambiar.
–Mi Yo en un instante–.
Nace en plétora entrega, el dar,
en el otro, un quiebre. Nace en el instante
que fui, para de dicha forma mi esencia rechazar.
Un vacío me asiste
entre recodos inconexos
solicitando el puente, dígase nexo,
entre mi antaña plenitud y una vacua oquedad
que ahora, corroe mis venas ahora porosas. Un nexo
vivo que convive en lo que ahora ya es un anexo.
Ahora me asiste una oquedad, una deidad
convertida ya en mi asistente
sin poder odiar.
-- oo --
Estructura, diseño y diagramación: Rubula
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