Voces de medianoche
Adulan
las voces de la
nada con su perseverante
goteo, –arremetiendo éste–, por la mala.
Voces que asaltan por los hombros, deslizantes, –de esas–, que calan
ese triz entre dos estrofas; –tal–, las
que cierran a uno. Es el instante..
y dos almas pujan.
Rastros que se quiebran
donde las rajaduras, las
de la piel con sus cicatrices, carentes
de tiempo forjan cerrojos con mordaza que alientan
deslizarse a travez por una corriente fria. Son las que labran
lo que no importa –sufrido o llorado– conllevando el vacío de la
caida. Y un minutero deformando el tiempo del estómago, insano, más forjante,
que subsiste con sus caracolas escuchando sus rancias voces las que a sabiendas.. perduran.
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Estructura, Diseño y Diagramación: Rubula
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