Seres disonantes
Un día
quizás hasta pueda
amarte, incluso con perfidia
o discordia, en tanto que mi mente pueda.
Un grito se hospeda
un día
donde se amalgama un alma que alardea
de su rival con sus caricias.
Y así. Quimeras de codicia
y secretos de muchos tiempos con veda
un día
se asocian cual seda.
Nuestro gestor de afecto, cuando transgrede
una opresora felonía
de donde procede
un día
pujante, se codea
socavante, y aún con perfidia.
Es, donde los secretos se regodean.
En silencio queda
un día
lo que nos carcome por dentro sin veda
en llamas, hasta con inercia.
En llamas, hasta con inercia
traspaso así, la frontera la que exceda
un día
lo desnudo. Sea.
Sangra un trazo en tanto que mi mente pueda.
Que ese trazo, ese, que silencia
el desnudo, ceda
un día.
--- 00 ---
Estructura, diseño y diagramación: Rubula
0 comentarios