Amor desamorado
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos, ni se endulzará junto a ti mi pertinaz calvario.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada y hacia donde camines tu portaras
mi dolor. Juntos rodeamos la ruta donde nuestro amor se forjara.
Fui tuyo, fuiste mía. Serás del que te ame; del dignatario
que corte en tu huerto lo que yo he sembrado. Más, –ahora–,
es la hora de partir; por ese calvario
de no serme; por el dolor.
Mi dura, –y fría–, hora.
Te ceñiste a la
pena, te agarraste al deseo
a hora del asalto y el beso; a un flaqueo
de la carne ardiendo como un faro al que con amor se recala
a través de una pared de sombra; ¡Cielos!
Todo en ti resulto naufragio;
un turbio deseo
alzado.
** Estructura, diseño y diagramación: Rubula **
0 comentarios