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Los Relatos de Ruben

Oquedad del alma

Habría querido contagiarme de tu fervor expuesto, tu alegría contagiosa, arrebatadora, más, como instante en diapositiva quedé tieso como roca; la inquina floreció.

El rencor, así como mi alma emponzoñada deteniendo el cauce innato de mi voz, el espacio acalló; una oquedad como el Foso de las Marianas moró en mí.

Entre palabras hirientes, temores perniciosos, frases dichas, entredichos inexplicables, el amor y el odio en una compaginación total se solaparon.

Ahora, el vacío es el rey, reflexivo el amigo, el lleno mi confidente, pero el vano.. ese, ese es el que lo habita.

 

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Estructura. diseño y diagramación: Rubula

 


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