Engatusado alcázar
Raros son lo sueños que se desprenden de mi retraída mente; desde esa sombra que ahora me habita, de esas palabras cual fueren un epitafio invocando las huestes del engaño, hasta los recuerdos putrefactos, esos míos, esos, los que rasgan de ira y odio traumas viscerales.
Picokoncerto
Una saeta envenenada se ha insertado dentro de mi corazón a consecuencia de un amor que ya no está; uno, cuyo latido me es aún hoy... inacabado.
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** Estructura, Diseño y Diagramación: Rubula **
Microkoncerto
Hay personas que piensan que el amor nace con un beso o bien con una mirada, más, existen otras que piensan que muere con un grito si es que no lo hace con una lágrima.
Es hora que desabroche cada botón, uno por uno, esos que oprimen mi alma y su forma.
Puedo decir fehacientemente que ella era de esa clase de mujer que te mantenía loco. ¡Por Dios!
Ejercía sobre mí ese efecto vigorizante dada su mirada que más de uno la podría llegar a catalogar de lasciva. Seduciendo, nadie la igualaba, al punto, que al menear con pachurriento desdén su cadera tanto para hombres como mujeres era una explosión de deseo latente. Su acercamiento, toda ostentación.
Más, luego comenzamos a cambiar; la rutina, los cambios de temperamento, la edad, el no-sexo, simplemente conformaron una matriz cuyo tejido se afianzó en lo no dicho.
Así nos rodeamos de espejos en los cuales nos sentimos reflejados, sólo que las imágenes no mostraban lo que fuimos, sino en lo que nos convertimos.
De aquel suspiro enamorado donde el anhelo, su sentido, ha sido buscar donde el alma gemela se encuentra, a, hasta llegar donde la rutina todo lo marchita no ha sido nada más ni menos, un camino empedrado.
Te observé. Te observé en silencio. Y ambos lo hicimos; sólo que, como observando un paisaje triste en cuyo lienzo se desdibujó la frágil fragancia del eco de un sentir añorado, otrora existente.
Una incontrolable apetencia llena de suspiros penetrando cada poro, cada rincón del alma ha ido forjando el rostro de las sombras, forjando una alianza enmarañada en parte consecuencia de no habernos hablado y en parte por no ser.. simplemente nosotros.
Dicen que el amor nace con un beso o con una mirada, pero de igual forma muere con un grito si es que no lo hace con una lágrima.
Pasaste frente a mí y me miraste: no miré tus ojos, te vi toda por el camino más corto de mi alma. Y fue en su espejo que te sentiste reflejada.
Ahora el desamor y desconfianza campean holgadamente sobre un silencio petrificado; así danzan nuestros dioses muertos con trémulo y párvulo gozo haciendo palidecer la luz a la vera de viejas farolas por las cuales transitamos. Así. Abriendo viejas úlceras sobre nuestra piel.
Aún con los años transcurridos recuerdo mi primer gran amor: a la mujer que marcó mi existencia. Describiría su accionar imaginándome a la lava como acariciando el mar, una aduladora. Su seductividad era marcada por un vagar zigzagueante; un sinuoso camino en la floresta.
Ahora bien, era insulsa. Imaginad por un instante a un alimento sin aderezos; así era ella.
Sin llegar a un pasionar brioso, poseía ese toque explosivo que no logra alcanzar a la elocuencia. Aun así, lo que ella gestaba en mí, era un fuego que minaba mis entrañas corroídas con violencia. Se dirá que los polos opuestos se atraen. No sé, lo que si se, es que me marcó.
Quizás sean anhelos. De esa clase, que daban lugar a desoladas pujas socavando en mí ansias tupidas de codicia. La dejé o ella lo hizo conmigo. Luego me casé.
Y cual si fuere un halcón sobrevolando los abismos de un mundo incipiente inexplorado y virgen, el amor volvió a hacer crujir mi alma; se plegó ante un provocante deseo palaciego que a la postre se convirtió en un silente jadeo ciñéndose a mi abrumada ansia reclamándolo cual si fuese fuego.
Ahora, ella compagina ambas almas unidas que ante el tacto desnudo, ese, palpado piel contra piel, da lugar a sensaciones cosquilleantes, y a unos suspiros que doblegan y aunque ella nunca me escuchase, o nunca me viere, debiera ello ahora gestarme angustia pero juro, que no la retendría. Pasaría las horas bajo la lluvia aunque me pese, sólo por ella.
** Estructura, diseño y diagramación: Rubula **
** Estructura, diseño y diagramación: Rubula **